Quisiera desearos a todos unas muy felices fiestas del Navidarok y Año Nuevo 2022. Espero que podamos dejar atrás de una vez este 2021 distópico, al Covid y todos sus efectos colaterales y podamos centrarnos en ser felices y en hacer crecer nuestros proyectos.
Si miro hacia atrás, al inicio de este año, cuando vislumbraba usar 2021 para poder escribir La marca de Odín: Ragnarok y que así lo pudieran tener todos los lectores en 2022 jamás imaginé todo lo que pasaría. Este año ha sido muy duro, malísimo en lo personal, no os voy a engañar. Durante mucho tiempo he tenido en la cabeza la idea de que era un año perdido, pero si soy objetivo, ha sido un año increíblemente productivo.
La tormenta distópica que vivimos nos ha afectado de muchas maneras y mi subconsciente, a pesar de estar yo abrumado, me ha hecho afrontarla acelerando más, luchando más y resistiendo mil veces más. No hay otra explicación para entender que haya podido escribir un borrador de 240.000 palabras, como es el de Ragnarok en dos meses y medio. Ni que lo haya hecho tras sacar nuevas reediciones a fondo de El despertar y El camino a Valhalla, publicado la edición en tapa dura de The Awakening, sacar nueva versión de mi revista GoMultiplayer… Y luego añadirle todo el proceso de revisiones de Ragnarok, las campañas de reserva, el lanzamiento del videojuego Rob Riches, la preparación de todos los pedidos de las campañas de reserva… ¡Sobrevivir a los envíos!
Muchas cosas han pasado en este 2021 y espero, de corazón, que en 2022 pasen muchas más, pero todas buenas, que ya nos toca. ¡Sed felices!